Artículo enviado por: Livier Saínz Bravo, 20 años, estudiante de medicina de San Francisco del Rincón, Guanajuato., como parte de la campaña "Dile al Mundo lo que Piensas"
“El ser humano es un animal social por naturaleza” Séneca
Indudablemente la forma en la que nos comunicamos se va transformando,
se torna cada vez más pragmática, de tal manera que recurrimos a
la mano de la tecnología para abatir barreras físicas, económicas, e incluso
porque no, para ahorrarnos algo de tiempo, todo finalmente permuta según
los requerimientos de nuestras necesidades y debe ser desde luego algo que se
mueva al ritmo de nuestro compás.
Las redes comenzaron como un apoyo en las universidades
particulares, en sistemas de navegación, generalmente en círculos pequeños para
satisfacer una comunicación práctica de bajo costo, pero actualmente no creo
que sólo se puedan definir como “una
estructura social que se puede representar en forma de uno o varios grafos en
el cual los nodos representan individuos y las aristas representan las
relaciones entre ellos", Porque si bien son parte causal de la problemática
actual, también son parte de una solución, todo recae en la jerarquía que le
prestemos a su utilidad. Por lo tanto me parece totalmente imprescindible hacer un análisis minucioso sobre sus ventajas y sus aspectos negativos
con la finalidad de favorecer la
reflexión.
Soy
fiel creyente de que el fin último de las relaciones es compartir, si bien son ideas o
simplemente información, siendo un flujo
constante que camina en ambas direcciones esto es recibe y otorga. Premeditada
y fortuitamente las redes cubren tal propósito como herramientas que favorecen
el vínculo social, y es certero porque resulta sumamente conveniente y aún más económico
que la telefonía, sin embargo es necesario preguntarnos si nuestra red va más
allá de las fronteras, es decir ¿sólo se limita a pequeños círculos que son parte de nuestra habitual comunidad familiar, laboral, escolar?
Difícilmente
salimos del área de confort, no vamos por ahí en busca de personas que
quizás comparten los mismos intereses
que nosotros o que incluso son más afines que nuestros propios familiares, a
quienes a veces sólo aceptamos por mero compromiso, por otro lado no lo hacemos
porque ciertamente se convierten en ventanas de nuestra vida, habrá que consultar ¿Qué tanta información
cedemos?, o ¿Qué tan vulnerables nos
vuelve?, recordemos que las redes sociales también han
servido para estafar, secuestrar y traficar personas, resulta también imperioso tener un criterio bien
constituido ya que es fácil dejarse llevar por la información transmitida por este ámbito ya que puede ser poco confiable. De
igual manera es objeto de polémica el
contraste entre la restricción para los menores de edad que quedan endebles sin custodia alguna, pero
que forma parte de sus derechos el acceder
a la plataforma virtual. Si bien algunas legislaciones carecen de regulación en
este aspecto, por lo que al ser víctima de algún daño por este medio es difícil
o improbable emprender acción legal.
Conformando parte de los medios de comunicación masiva más recientes
cumplen con el mismo propósito que sus predecesores la televisión y la radio que fueron diseñados también para
manipular información, para mantenernos entretenidos mientras ocurren
muchos cambios bajo el agua, cambios que nos conciernen, pero quedamos
abruptos ante la supuesta transparencia,
ante la innovación; De igual forma para mantener control sobre los movimientos
de revolución social, o para estudiar la conducta, para así llegar hasta el
método de persuasión que nos
conducirá hacia los cables
lejanos, pero largos cables como títeres baratos.
Todo es cuestión de aprovechar las
herramientas para que sea lo más fructífero posible y las categorías son
infinitas ya que se encuentra información útil, chusca o simplemente con
intereses afines a nosotros que pueden resultar en una participación asertiva
de nuestra parte, están esas elocuencias típicas para pasar el rato, para informarnos, para
abrirnos el panorama respecto a lo que ocurre, para educarnos, para ver el
mundo desde otro panorama.
Desde luego ingresamos en nuestros momentos de ocio, para
distraernos después de nuestra cotidianidad y sus consecuencias, y claramente a
veces no tenemos la necesidad ni la voluntad de mantener una larga
conversación, porque podría extraer algo de nuestro tiempo, podría privarnos de
VER nuestros intereses, y podría
volverse algo extendido y bajo ese temor todos hemos recurrido al famoso “visto a las”, pero ¿Dónde
queda la cortesía la educación? O
simplemente el poner emoticones graciosos que nos disculpen
cuando no tenemos “nada que decir”, sin embargo es agradable cuando conversamos en pijamas a
altas horas de la madrugada, cosas que en el contacto físico no serían permeables
o simplemente serían la consecuencia del
ejercicio de una mayor formalidad. Esto es fácil incluso útil a veces, pero…no
creo que debamos olvidar que Sólo el 7% de lo que comunicamos en una
interacción es vía verbal y el 93% es comunicación no verbal como: el lenguaje corporal y el tono de voz, y
que decir de lo poco que leemos, de la intención tras esos signos de puntuación
mal escritos, de la pésima ortografía que promueve nuestra comodidad, de la
practicidad de los “me gusta“, de la omisión de comentarios y más cuando se
trata de algo serio, de algo que requiere reflexión, de algo que requiere
pensar…¿Dónde queda nuestra verdadera libertad de expresión y el libre albedrío?, ¿Cómo se promueven las habilidades sociales?, ¿Cómo se quita el miedo de
decir las cosas de frente? ¿El
pavor de hablar en público? ¿Es acaso que debamos limitarnos a lo que es
popular? ¿A lo que no expresamos? ¿A lo que todos como borregos hacemos?, ¿Cuántas
veces no sentimos agrado por las publicaciones y asentimos con un “me gusta“ para sentirnos parte del grupo?...
Parte del sentirse un individuo normal que cae en lo COMÚN Y CORRIENTE.
¿Resulta adictivo? claro que sí, porque la información se actualiza en menos de
un segundo; desde luego ya ha sido objeto de estudio, demostrándose sorprendentemente la promoción de la conducta asocial en la
vida real, sin embargo es importante puntualizar que no podemos determinar que como tal las redes sociales generen
trastornos adictivos, sino que va más allá de factores como la personalidad, la persuasión, la
predisposición y la necesidad que el
individuo manifieste de fugarse de su realidad, el tiempo y la atención que
dedique a mantenerse atado en los juegos, en su CARENCIA DE CONCIENCIA ante las adversidades implicadas en su vida laboral, en su rendimiento
académico, en su vínculo familiar, y desde luego en su desarrollo personal.
¿Qué hay de percibir los sentimientos del de
enfrente?, Sin que sean necesarias siquiera las palabras, ¿Cómo demuestra sus manifestaciones de interés?, si no apreciamos la mirada, o los ademanes, ¿Qué hay del aroma?, de la sensación que deja tras su
paso, ¿Qué hay de la sonrisas?, o de los
bienaventurados que nos sentimos con un
abrazo sincero, ¿Qué hay de las
lágrimas, cuando se tocan desde el alma?, ¿O qué hay de aquella mandíbula disgustada?, ¿Por dónde se evapora
el calor que emanan nuestros cuerpos?, ¿Dónde?, ¿Dónde queda eso?.
“Tal vez olviden lo que
dijiste, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir”
Carl W. Buechner
Lo han
llamado también el Chismógrafo del siglo y es que parece que a veces es muy
necesario calificar el Estatus social, económico, amoroso…“que la gente vea mi
popularidad”, que me “ACEPTEN”, podemos
llegar a tener infinidad de “amigos”, que
elevan el ranking de popularidad, de impacto…¿Pero son en realidad relaciones de calidad?, ¿Hablamos con ellos?, ¿Nos
importan? Y si es así, ¿De qué hablamos?, De cosas triviales que demuestren
nuestra “educación” como preguntas generales con respuestas inadecuadas que no
van más allá de la creatividad de - “hola como estás, “bien y tú".
Compartimos chistes y frases ajenas, es
interesante, pero no veo construcción del pensamiento, no veo opiniones mucho
menos aforismos propios. Todas son construcciones para el EGO, que se desglosa en orgullo y vanidad, ¿Lo
que compartimos lleva a algún sitio?, ¿es trascendente?, ¿Es de calidad?, O simplemente no me ATREVO a hablar con las personas CERCANAS a mí de lo que me apasiona, de lo que me
inquieta.
-
“Porque es una lástima muy grande no decir nunca lo que uno siente”
Virginia Wolf
Ese
mismo estatus que promueve nuestra ventana social es una constante lucha entre La
vida virtual Vs. Vida Real, y lo que es verdaderamente alarmante, es que muchos
preferimos mantener y alimentar nuestra vida de mentiras, nuestras apariencias,
nuestra vida paralela, nuestro presente ajeno, preferimos invertir más
tiempo en lo que pasó hace dos minutos,
hace 18 hrs, a este instante al “aquí y
ahora” que no volverá, que no disfrutaste. No vemos más allá de los íconos
en nuestra pantalla, menos lo que va más allá de nuestras malas posturas, de nuestros
desórdenes alimenticios, más allá de nuestra obesidad, y lo PEOR no vemos más
allá de lo que le pasa a los DEMÁS ; ¿PORQUÉ SOMOS TAN DEPENDIENTES DE LAS OPINIONES AJENAS?, ¿Qué será muy difícil CONSTRUIR UN PROPIO CONCEPTO DE
NOSOTROS MISMOS?, No somos capaces de
saber que: sí efectivamente tenemos una
familia hermosa que nos ama, una pareja que nos llena, que confiamos en nuestro
físico, en nuestras recompensas, en nuestros elogios, que nos gustan tales o
cuales cosas ¡lo sabemos!.
SABEMOS QUE NO ES NECESARIO
BUSCAR EL RECONOCIMIENTO AJENO CUANDO Y SÓLO CUANDO NOS CONOCEMOS A NOSOTROS
MISMOS.
"Estoy
convencida de que la actitud es la clave para el éxito o el fracaso en
casi todos los aspectos de la vida. Tu actitud, tu perspectiva, tu opinión, cómo te sientes
contigo mismo y respecto a los demás, determina tus prioridades, tus acciones y
tus valores. Tu actitud determina cómo interactúas con otras personas y cómo
interactúas contigo mismo.”
Carolyn Warner
Redactado por Livier Saínz Bravo
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