martes, 8 de octubre de 2013

El rol de la comunicación entre padres e hijos en el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños.


Primero que nada, ¿Qué es la inteligencia emocional?, La Inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos.

 Actualmente se vive en una sociedad altamente competitiva, en la que cada vez se necesita de más fuerza y carácter para sobrevivir, en la que las exigencias en los entornos laboral, académico y social, requieren de invulnerabilidad y de una alta inteligencia emocional. Al mismo tiempo, cada vez son más los riesgos a los que los individuos se  enfrentan en esta aldea global y como principal foco de riesgo se encuentran los niños y jóvenes. Algunos de estos riesgos son las conductas delictivas, el fácil acceso a las drogas, la presión escolar, el bullying, entre otros factores de igual importancia.


De igual manera el ser humano manifiesta desequilibrios cuando no le es posible establecer o mantener ningún tipo de relación con el ambiente o el mundo. Por ejemplo, un niño mostrará problemas psicológicos si no puede establecer relaciones afectivas constructivas con sus padres. El niño debe sentirse amado, pero también útil para sus padres, como ellos lo son para él: ésta es la base de una vida afectiva equilibrada. Así pues, para que la personalidad se desarrolle positivamente, es importante entender que es en el entorno familiar y en la infancia donde se forma la personalidad (patrón de sentimientos, emociones y pensamientos ligados al comportamiento) y las actitudes que determinan el éxito en los diferentes rubros de una persona.



El presente ensayo esta basado en mi última investigación sobre la influencia de la comunicación entre padres e hijos en el desarrollo de la inteligencia emocional en niños de 7 años, dicha investigación es de índole cualitativo, donde por medio entrevistas semi-estructuradas se recolectaron los siguientes datos:

Las consecuencias de una comunicación deficiente entre los padres y los hijos en cualquiera de los 3 rubros afecta principalmente al desarrollo de la empatía (capacidad de entender las emociones de los demás), rubro en el que se muestra más deficiencias, seguido por el rubro de la comprensión emocional (comprensión de las propias emociones) en el que la mitad muestran deficiencias y por último, el componente de la inteligencia emocional menos afectado es el de la autorregulación emocional.
    
Se puede observar claramente que en el desarrollo de la empatía de los niños existe una mayor relación en cuanto la comunicación entre padres e hijos sobre el desarrollo social de los hijos, que en el del desarrollo personal y del manejo de conflictos. Los niños que no tienen una comunicación óptima con sus padres en el rubro del desarrollo social muestran deficiencias significativas en su empatía y viceversa, mientras que las deficiencias de comunicación sobre desarrollo personal y el manejo de conflictos no influyen de manera significativa.
  
En cuanto al desarrollo de la comprensión emocional y el de la autorregulación emocional se identificó que existe una fuerte influencia en los tres rubros de la comunicación entre padres e hijos.
           

"La deficiencia en por lo menos un rubro de la comunicación entre padres e hijos sí afecta directamente en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños".

Uno de los factores que debilitan la comunicación es la racionalización de los conflictos sin empatizar con los hijos, esto fue observado en uno de los padres entrevistados, en el que el padre justifica el bullying que sufre su hijo, mencionando que es: “parte del día a día de los niños”, situación que en efecto se ve repercutida negativamente en la inteligencia emocional de su hijo. de la comunicación y las emociones “le corresponden a la madre”.

Como se mencionó anteriormente el componente de la inteligencia emocional más afectado por una comunicación deficiente es el de la empatía, algunas de las consecuencias principales del débil desarrollo de este elemento son: la dificultad para hacer amigos, baja autoestima, timidez patológica y ser víctimas de bullying.

Mientras que el desarrollo de la comprensión emocional, además de relacionarse con la autoestima y la comprensión de las propias emociones y por ende de sí mismo, actúa en conjunto con la autorregulación emocional.

De acuerdo con las entrevistas, las principales consecuencias del débil desarrollo de la autorregulación emocional, es decir las emociones qué más trabajo requieren para ser controladas y que por ende colaboran con el desajuste psicosocial son: la ira y la ansiedad.

Por lo tanto se llega a la conclusión de que la comunicación abierta entre los padres y los hijos se relaciona positivamente con la alta autoestima, con una buena autopercepción, con el desarrollo de conductas adecuadas adaptativas y con la compresión óptima de las emociones. 



Y que la comunicación deficiente con los progenitores, determina problemas como: el rechazo a la autoridad escolar, violencia escolar, el desarrollo de síntomas depresivos, de ansiedad, de estrés y la tendencia hacia el consumo de drogas es más elevada.



Sí una persona tiene control sobre sus propias emociones y es capaz de identificar y actuar ante las emociones de los demás, es muy probable que sea menos vulnerable ante las exigencias de la vida social, que desarrolle una resiliencia adecuada, que tenga  mejores relaciones interpersonales y que sus capacidades no se vean disminuidas por complejos o  autolimitaciones. 

Octavio Medrano Macías

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