Fotografía, Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
"Ponerte borracho e
ir avanzando poco a poco, tambaleándote y sosteniéndote de pared en pared,
cayendo de vez en cuando", esta acción del exceso al alcohol refleja puramente
lo que pasa con nosotros en todos los demás excesos que sin duda alguna es uno de
los pilares de nuestra sociedad, el exceso a todo.
Fotografía, Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
No sé que tanto
profundizar en este tema porque creo que es
muy obvio, sé que no tanto para algunos, y que para otros siempre es
sano recordarlo, para no excederse en el olvido.
La cuestión es
simple, hay que ser flexibles ante la vida, porque al ponernos rígidos seguro
nos vamos a quebrar de una manera u otra, ir en contra del ciclo que lo mueve
todo es como nadar contracorriente, y querer romper ese ciclo es como querer subir una
cascada con la intensión de llegar a ella y en lugar de bajar con su presión, subir airosos, y si llegas a
la cima, seguro será con trampa sólo para los que ven, porque a lo demás no se
le engaña.
El ser flexibles
equivale a fluir en lo que hacemos y con lo que somos, fluir no quiere decir
pasar la vida acostado esperando que todo llegue de la nada, sino a hacer las
cosas con el esfuerzo necesario, que por cierto, el necesario siempre será el
máximo. No fuerces lo que no da para más, frena y haz otras cosas, la pasividad
también es una acción, la madre de todas las acciones diría yo, si algo es para
ti llegara sin forzar ni hacer trampa a los demás, y sobre todo, a ti mismo,
aprende a respirar, créeme es importante.
Fotografía, Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
“No
abuses, no abuses de nada, no abuses de ti,
si algo te abre la puerta dale las gracias
pero no te quedes ahí.
No
abuses, no abuses de todo, no abuses de mí,
si
algún día te di la mano, suéltala y sigue por ti”.
No abuses de vida o de muerte, no abuses de malo o de bueno.
No abuses, porque si abusas te habrás recargado en tú sombra y para poder levantarte
tendrás que esperar a que baje el sol y caer. Y pide correr con suerte y que
salga la luna para volverte a levantar suavemente, si en su tenue luz de luna
no te puedes levantar, respira hondo, infla tus pulmones y comienza a flotar, cuando estés encima
del agua puedes volver a bajar, suelta todo el aire y ve hasta el fondo, pisa
la suave tierra y sin prisa impúlsate hacia arriba, intenta brincar muy alto y
caer en tierra seca, sino vuélvete a impulsar, y una vez tú en tierra, mojado,
con los pulmones oxigenados, ve salir el sol hasta que seques, pero recuerda no
vayas abusar porque sino te vas a quemar y tendrás que repetir de nuevo la rutina, y si lo haces
muchas veces habrás abusado de ella y algún día no habrá
vuelta atrás.
Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
Vaya redacción <3
ResponderEliminargracias Jhony
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