Fotografia de Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
¿Qué pasa con nosotros?, los seres más maravillosos de este hermoso, mágico y milagroso planeta y por lo menos de mucho espacio más, cómo es posible que semejantes milagros de la existencia desperdiciemos la vida así, preocupándonos y ocupándonos en estupideces.
Coincidencia tras coincidencia nos hace estar aquí, tanta que la misma vida
podría ser catalogada como imposible, ahí es donde entra Dios y sus miles de interpretaciones, vámonos a la
más común, el Dios ajeno a ti, el padre que ve a su hijo actuar, la
interpretación que nos hace jugar a ser
ignorantes toda la vida, con la justificación de que somos humanos, y en la naturaleza del humano esta errar, y sí lo esta pero no por siempre, por ahora es necesario para seguir evolucionando
como especie, y en la misma mutación esta la disminución del error constante.
Ahora que tal si vemos a Dios desde otro punto, que tal si tú
eres Dios, que tal si todos somos Dios, que tal si todo es Dios, la materia
expandiéndose eternamente dentro de un eterno e infinito vació, ¿Qué diferencia
hay entre el Dios ajeno, y el propio?...
Lo poco o mucho que sé de diversas religiones, es que en todas terminamos siendo parte de Dios, por lo
tanto de todo, ¿Qué pasa si tú eres Dios?, dejamos de poner en manos de otro o de otros las cosas, nos vemos
naturalmente obligados a actuar como lo que somos, la especie que tiene el don
de pensar, junto con el don de todo lo demás, "de ser sabios", en si nos vemos obligados a ocuparnos en lo que debemos, como es posible que semejantes
seres pasen su vida tan estúpidamente, tratando de satisfacer deseos que muchas
veces ni siquiera son propios, si no para que otras personas los vean, tener
todo para que otras personas lo vean, “ser alguien en la vida” como decimos
tristemente en el pueblo donde crecí, ¿para qué?, para que otros lo vean,
aunque dentro de ti te estés pudriendo poco a poco
desaprovechando el milagro de la vida y consolándonos con la idea del
Dios ajeno que “juzga”, por lo tanto perdona y culpa aguardando en el cielo
esperando a que mueras para abrazarte y
decirte que todo está bien, o para mandarte al infierno con su archienemigo,
donde las personas que deciden irse por el camino más fácil, los más débiles e
ignorantes de todos, los que deciden
hacer el “mal” por cualquiera que sea su débil justificación se van...a perdón
también los que tienen sexo antes del matrimonio, pero no te mortifiques, te
puedes arrepentir en el ultimo minuto antes de morir, pues claro peca toda tu vida, adquiere dinero, dámelo y arrepiéntete antes de morir y todo va
estar bien, ¬¬ enserio, o se me olvidaba, también te puedes ir al famoso
purgatorio, inventado en el siglo XII
para adquirir más limosnas, ya que de ese ni el mismísimo Jesús se salva, desde que abres los ojos pecas, cuando sueñas pecas.
Despierta ser maravilloso, hay miles de religiones que tienen las mismas o más razones que tú para defender a su único y verdadero Dios, supongamos que si existió Jesús, Siddharta Gautama (El Buda), Mahoma, Lao Tsé, etc. (Por los que creen que nada existió, y se vuelven ateos sin fundamentos, sin soporte espiritual, sin buscar dentro y fuera, no son más que igual que los que creen en un Dios ajeno, pasan su vida en banalidades absurdas con la justificación de que Dios no existe, simplemente se quedan en el siguiente paso, en el cuestionamiento primario y en lugar de seguir la búsqueda, paran.
Cuidado con ser ateo porque puedes hacer de tú Dios algo más absurdo sin darte cuenta, yo no digo que crea, o no crea en todos estos ejemplares personajes históricos, ya que no me siento capaz de hacer un juicio con los datos históricos que tengo, ya que conociendo al humano, creo que hasta la actualidad nos ha gustado mentir un poco, un poquito nada más, así que nada lo catalogo como verdad absoluta).
Ok, cerrando este paréntesis, si estos personajes
existieron, en general decían lo mismo,
lo más puro de sus palabras en esencia son lo mismo, ahora si nos vamos a
culturas como la Maya, se basan en lo mismo, “todos somos uno, en materia y en
espíritu”.
Ahora me remonto a la pregunta inicial con la que comencé
este escrito, ¿Qué pasa con nosotros?, no se trata de que lo que ha pasado y
pasa ahora este “mal” ni “bien”, estamos mutando constantemente y si analizas
la “historia” un poco cada vez somos
mejores como seres humanos, tal vez no a la velocidad que nos gustaría, pero lo
somos, un ejemplo, si compartiera esto hace 1000 años, 500 años, 100 años, hasta
50 años o menos, lo más seguro es que me lincharían con sus respectivos métodos
temporales...ok, prosigamos, nos gustaría que nuestra evolución como
especie fuese más rápida, la cual materialmente si lo está siendo pero
espiritualmente no tanto, si avanzáramos de la mano con estas dos nuestra
mejoría constante se dispararía. Con el uso correcto de la tecnología con la que contamos ahora, (sin
nacionalismo, racismo, machismo, feminismo, y todas esas acciones
retrogradas egocentristas, que lo único que hacen es separar lo que por
naturaleza está unido), este planeta
sobraría de recursos para vivir perfectamente las 7,000 millones de personas
que somos aproximadamente y muchas más, junto con las demás especies sin tener que acudir a los genocidios y
ecocidios intencionales por
enfermedades, guerras, derrames de petróleo y demás.
Que hermoso pensar que estás palabras las llegara a leer o
escuchar una de esas personas que están en la cumbre de la ignorancia del
poder y decidiera cambiar, que bella utopía, pero ¿Qué crees?, tristemente no es así, si tú, humano “ordinario” dentro del sistema social dudas en cambiar, en hacer algo, te da pereza, miedo y todas las demás fallas
cognitivas, genéticas y emocionales que nos han sido implantadas por las
acciones de todos nuestros antepasados vivos o muertos durante toda la
existencia del hombre, imagina esas personas, que de humanos solo tienen el
nombre, porque creo que la definición de monstruo los califica mejor.
Fotografia de Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
Si no cambias tú no sirve de nada que todo el mundo lo haga, porque el único mundo que existe es el tuyo, el que tú percibes, sin ti no hay nada, (me refiero al ahora, a tú vida como ser humano, lo demás es otra historia), es simple si en el fondo nada cambia, si en tú mundo nada cambia , de qué sirve que lo hagan los demás, verás resultados por fuera pero no por dentro.
Si no cambias tú no sirve de nada que todo el mundo lo haga, porque el único mundo que existe es el tuyo, el que tú percibes, sin ti no hay nada, (me refiero al ahora, a tú vida como ser humano, lo demás es otra historia), es simple si en el fondo nada cambia, si en tú mundo nada cambia , de qué sirve que lo hagan los demás, verás resultados por fuera pero no por dentro.
Estas palabras no son para una clase social en especial,
creencia religiosa, nacionalidad, o tribu urbana, es para todas, ya que por si
solas no son más que un grupo incomprendido por los demás y viceversa, un refugio más a la complejidad de la existencia, (La vida
es mucho más compleja de lo que cualquier ser humano te puede demostrar, eso
nos lleva a la simplicidad), lo unido permanece compañeros humanos.
“No juzgues si no conoces, no hables si no sabes”, sólo una
percepción de tantas más.
Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
que buen ensayo estimado! y que hermosas fotografías, bien ahí mis seres místicos.
ResponderEliminarGENIAL !!!!!!!!
ResponderEliminargracias de corazón
ResponderEliminar¡¡Totalmente de acuerdo!!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, saludos.
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