viernes, 4 de abril de 2014

Tú no eres la libertad, pero si el que la hace posible.

   Mientras más pasa el tiempo, más me doy cuenta de lo difícil, contradictoria, falsa y castigadora que es la vida social del ser humano, pero también creo más en el mundo de simpleza y fantasía que vivimos siendo niños. Pues ese niño interno es nuestro mayor maestro cuando de vivir la vida se trata, pues el mundo es el mismo, siguen habiendo muchas cosas que buscar y aprender, muchas cosas de las cuales sorprenderte día tras día. Tú eres el que cambias intentándote adaptar a una realidad que no te corresponde, tomando cosas que nos resultan muy pesadas, pero que aún así no queremos soltarlas, pues de eso se trata esta farsa, así nos enseña esta maquina que debemos comportarnos, de los cuales muchos ya golpeados por este concepto de vida, llaman mundo real. Lo que no saben es que el mundo no es real por si solo, sino que tú creas tu propia realidad, y esa es una de las características más bellas que tenemos como seres humanos, y ante la ignorancia de esto, vivimos una realidad creada para la satisfacción y beneficio de unos pocos ciegos.

    Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
   
     Nosotros no somos la libertad, pero si el medio que la hace posible. Todas esas ataduras que no queremos soltar y nos detienen  nos hacen más fáciles de manipular, no las soltamos por algo simple, ya no recordamos que se siente estar sin ellas y eso nos causa temor.

     Hoy poco queda de ese esclavismo descarado y perceptible hasta por la persona más ciega entre los ciegos que abundan en nuestra sociedad, refiriéndome a mi entorno social. Pero mucho queda de la esclavitud moderna, es más, es uno de los motores principales del capitalismo consumista que rige nuestro estilo de vida actual.

         Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
 
      Somos esclavos de nuestros conceptos, pues tenemos ideas prefabricadas y contadas de lo que es el éxito y realización individual. Cuando este aspecto es de infinitas posibilidades, diferentes para cada individuo.

     Somos esclavos de un sistema marcado de cómo es llevar una vida adecuada y “feliz”, en la cual cuando te ves inmerso en él, te das cuenta que es una farsa que ahora debes de cumplir, pues nos resulta más fácil taparnos los ojos con nuestras propias manos y seguir nuestra vida siendo arreados, que aceptar la realidad y dejar toda esa farsa que tanto nos pesa, para empezar de nuevo e ir marea en contra con todos los obstáculos y el rebaño que es azuzado por los esquemas de vida impuestos de tal manera que no te dejan respirar, por lo que es difícil percatarse sintiéndote asfixiado en una vida que terminas por perderle el sentido, pues todo es tan monótono que hasta el sentirte mal, ansioso y triste, se vuelve parte de tú realidad, terminando por entrar al  basto espacio de la desahogante  frase, “así es la vida”.

     Somos esclavos del dinero, por consiguiente del trabajo, del tiempo, del espacio en el que nos movemos, y por ende somos esclavos de nuestro propio concepto de “libertad”.

    Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia    
   
     “No nos queda de otra”, es la justificada razón para entrar de lleno a esta asfixiante maquina que algunos tristemente conocen como vida. Pero adivina qué, si nos queda de otra. Si quieres llevar tú vida siguiendo el concepto de éxito y realización que marca la sociedad, ahí estas perdido, pero si en realidad quieres buscar el camino que tanto tiempo y esfuerzo costó hacer para ti para que no lo transitaras, y terminaras recorriendo la misma avenida que todos los demás, donde es casi imposible siquiera visualizar el siguiente paso, si en realidad quieres seguir a esa voz que te llama y que cada vez se vuelve más difícil escucharla, ahí en ese camino, en el tuyo, si puedes vivir fuera de esa turbia realidad, no importa que estés dentro de la maquina, siempre y cuando seas consciente de ello, de que no perteneces a ella, pero si coexistes junto a ella, suelta los cables que te mantienen conectado a la maquina y todo será mucho más claro, serás libre ante tu propia realidad.(La falsa concepción que tenemos del amor, es uno de los principales cables que nos mantienen conectados  a esta maquina que consume y destruye lo interior y lo exterior de cada ser, tus sentimientos los endurece poco a poco y son castigados, tus ideas las pisotea,  se burla de ellas o  simplemente borra, volviéndote una pequeña maquina fácil de manejar, igual que todas las demás).
    
 
    Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia

    Una vez afuera de esta falsa realidad absoluta, una vez consiente, las cosas empezarán a llegar para facilitar el inicio de tú verdadero camino, ya en este sitio comenzaras a moverte con el flujo original, el flujo de la tierra y el universo, aquí todo se mueve de la misma forma, pues todo está conscientemente conectado con la esencia que contiene todo.

     Sólo observa, un universo que ocasiona y acciona a millones de galaxias, que ocasionan y accionan a millones de sistemas solares, que ocasionan y accionan a millones de planetas con los elementos y condiciones exactas para que ocasionen y accionen “vida”, que dentro de la misma, ocasiona y acciona la supervivencia de cada especie de la misma, así consecutivamente hasta el microcosmos, e infinitos multiversos posibles.

     Pues en ese mismo patrón de ocasión y acción nos movemos nosotros, por lo que mientras más te acerques a hacer lo que realmente viniste a crear aquí, si te esfuerzas de la manera adecuada, para las cosas adecuadas, todo lo demás te dará lo que tú como ser individual necesitas para vivir con la mayor de las satisfacciones posibles, porque ahora haces lo que tú siempre debiste haber hecho, ocasionar y accionar para que esté flujo original siga su marcha, he ahí donde tú sentirás la verdadera libertad.

         Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
   
     La maquina de la sociedad rompe con esté flujo y es por ello el caos que tus sentidos perciben día a día en esta destructiva realidad, y si sigues culpando a otros, a todo, o incluso a ti mismo por esta insatisfacción, sólo estarás contribuyendo a dar más combustible a la maquina que te detiene. No te culpes, ocúpate, cuando creas que todo y todos están en tú contra para poder realizar tus sueños, recuerda que sólo es un pequeñísimo circulo el que ocasiona esto; Sin embargo hay un universo infinito y esa esencia que lo contiene todo que te apoya, esta contigo Dios.

Sólo una percepción de tantas más.
Escrito por:
Luis Fernando Jiménez Mayagoitia
Corrección de estilo: 
 Maria Del Pilar Rosales Carrasco

    Fotografía: Luis Fernando Jiménez Mayagoitia

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